Los Judíos de Israel y los de antes.

La Torah

La Torá (Torah) o Ley judaica. La de Moisés, claro…

Hace unos días debatía con tres periodistas (bueno, uno estaba callao) si el judío, históricamente hablando, ha sido un pueblo cerrado en sí mismo, que en parte por su propia actitud se ha granjeado la animadversión de sus conciudadanos allá donde se ha establecido. Un tema peliagudo éste, los acontecimientos del Siglo XX están muy presentes en nuestra cabeza (ojalá lo sigan estando), y hace difícil tratar el tema con normalidad.

Yo defendía que las comunidades judías, históricamente han sido muy elitistas, cerradas, plenamente convencidos y orgullosos de su cultura, muy conservadores en todos los aspectos y absolutamente convencido de ser el pueblo elegido de dios. Esto no se diferencia mucho del sentimiento fanático de un cruzado o un papa Borgia, un nazi del siglo XX, del espíritu divino del pueblo romano, el orgullo a raudales del pueblo chino o japonés o el argumentario más básico de cualquier grupo yihadista actual.

El problema es que los judíos nunca han tenido un territorio nacional donde promulgar estos principios nacionales, raciales y culturales; y claro, pretender defenderlos en el territorio de otros, es cuando menos arriesgado, complicado y difícil de asimilar por la nación o territorio receptor. Si le añadimos a esto el históricamente conocido poderío económico que casi siempre ha hecho de ellos un importante lobby económico en cualquiera de estos países o territorios (por ejemplo los USA actuales, la España medieval, la Alemania del XVI y XVII y toda la Europa del XIX y el XX), a la mínima señal de confrontación o crisis social y económica, los judíos han estado siempre en el ojo de mira de todos los pueblos con los que han convivido. ¿Es justo esto? Pues claro que no, pero se trata de entender por qué ha pasado esto tantas veces en la historia de occidente.

Mis contertulios argüían que todo esto no es verdad y que simplemente, occidente (es decir, los cristianos) jamás le hemos perdonado a los judíos la confabulación contra Jesús y se les ha vendido desde hace dos mil años como los responsables de su muerte. Esto es también bastante cierto, sí. Pero también puede que sea bastante “justo” y que apoye mi teoría, porque resulta que los judíos, lo que no soportan de Jesús es que justamente éste (judío, por supuesto) defiende la ruptura con todas las normas del judaísmo clásico, pone en duda al temerario yahvé del antiguo testamento. No cree en un terrorífico Dios despiadado y despótico ni en unas leyes clasistas, severas y desproporcionadas que crean primero el gran Isaías y después Ezequiel y Nehemías durante el trauma del exterminio y posterior deportación en Babilonia (la primera). Jesús proyecta un mensaje radicalmente distinto de humanidad, paz e igualdad para todo bicho viviente independientemente de quién o qué sea. Todo el mundo se puede salvar creyendo. Ya no hay un “pueblo elegido” ni un Dios judío. Su Dios lo será de todo el que quiera creer: griego, fenicio, romano, persa, etíope, esclavo, noble, comerciante, puta, soldado, presidiario, noble o campesino. Su mensaje es universal y su Dios es universal. Los judíos por supuesto tiemblan ante la revolución que plantea el chalao éste y se deshacen de él en cuanto pueden. Cosa que por lo demás, probablemente hubiéramos hecho todos, porque debía parecer un auténtico chiflado hace veinte siglos.

¿Habéis visto «El violinista sobre el tejado”, “Yentl” o “Días de radio”? Reflejan bastante bien la realidad de las comunidades judías. Ser judío no es fácil, implica mil normas que cumplir a rajatabla pero ante todo cuatro principios: La “raza santa”, impermeable y no contaminable; la observancia de la ley (la torá, por supuesto), la circuncisión y el respeto escrupuloso del Sabat.

Nehemías 13,27: “Que no volvamos a enterarnos de que cometéis la infamia de ofender a Dios casándoos con extranjeros”. Queda claro ¿no?

Estoy convencido de que en Tel Aviv debe haber millones de personas normales y corrientes, y en otros doscientos países también. Pero también están los del Likud, los de los asentamientos ilegales, los chalaos de los tirabuzones que no tienen nada que envidiarle a los radicales musulmanes y los que practican el genocidio de palestinos, sirios y libaneses cada día. Esos también son judíos, los judíos a los que yo me refería al principio de este artículo, pero no olvidemos que también lo eran Einstein, Sagan, Kubrick, Modigliani, Chagall, Bernstein, Woody Allen…. Y Julio Iglesias! (de esto último me acabo de enterar y me tiene emocionao).

Un judío toledano del siglo XII vive inmerso en su propia cultura, en su comunidad, con sus propias normas y su propia religión y además está absolutamente convencido de que la razón la tiene él. La grandeza del pueblo judío, que es mucha (también son muchas sus miserias), se sustenta justamente en esto, sin dichos valores habría desaparecido hace siglos, sin embargo es probablemente la cultura viva más antigua que existe junto con la hinduista y quizá la china. El problema es que estas dos últimas se han visto influenciadas por otras culturas y civilizaciones y seguramente hoy no son lo que eran. La judía lleva prácticamente tres mil años sin moverse.

Las comunidades judías han sido siempre poderosas y muy cerradas. Esto no tiene porqué ser bueno ni malo, es simplemente una realidad y por tanto, tengo razón.  😉

21 comentarios en “Los Judíos de Israel y los de antes.

  1. Dos comentarios, para estrenar el blog. En primer lugar, te comento que este fin de semana iré a la despedida de soltero de un amigo a Bubión (para darte envidia que sé que te gusta la zona). El ha sido siempre ateo y anarquista. Curiosamente su futura mujer Amy, es una judía de San Francisco y se casará allí por el rito judío, pisando vasos y todo. Su futura familia política está encantada con él. En segundo lugar, me impactó hace ya tiempo este vídeo que seguramente conocerás, en el que el Dr Finkelstein, una especie de judío antisemita cuya familia murió toda en campos de exterminio nazis, responde en una conferencia de forma muy contundente a una oyente, en referencia al holocausto y el genocidio que viene practicando Israel desde hace tantos años: http://www.youtube.com/watch?v=KkQ1QX0zTbc. Ambas cosas demuestran que, por supuesto, no todos son iguales.

    • Hola Simón, gracias por escribir tan rápido. Es impresionante el documento que mandas, no lo conocía y me he quedado a cuadros. Hay que tener mucho coraje para defender ese concepto delante de un auditorio judío siendo judío. Yo no lo soy, mi auditorio tampoco; no digo ni la mitad de lo que dice este hombre y ya me han llamado Nazi. Imagínate si esto fuera Israel. Un discurso así sólo puede defenderlo alguien tan autorizado como Finkelstein que como explica también perdió media familia en el holocausto. La sociedad israelí necesita reflexionar sobre su propia actitud actual respecto a su entorno inmediato. No toda ella, pero sí la que lo justifica (que es casi toda como dice una buena amiga mía).
      Lo de tu amigo y su novia me parece algo estupendo, vamos, me parece cojonudo. Pero que no se entere Nehemías que la liamos. 😉

  2. «en el territorio de otros» ¿Te das cuenta de la barbaridad que has escrito? No lo eres, por supuesto, pero me has recordado a Orson Wells como Nazi en el extraño, que es desenmascarado por decir que los judíos no eran alemanes…

    • Hola amigo, gracias por leer mi post y escribir. El post no va sobre el holocausto y ni mucho menos sobre los nazis. Ni siquiera voy a perder tiempo en decirte mi opinión sobre ellos porque estoy muy por encima de un debate tan básico. Sé que el post es incómodo porque no es fácil hablar sobre el pueblo judío, justamente por la carga que todos llevamos encima por culpa de la historia reciente. Lo que tú me insinúas es que un judío del S.XI era tan cuidadano del califato de Córdoba como cualquier otro miembro árabe de dicha sociedad y yo te aseguro que no. Pero es que además ese concepto de ciudadano con derechos es muy reciente y no lo podemos extrapolar a la historia en general. En la antigüedad y la Edad Media coexisten las culturas diversas bajo el mando de una de ellas que predomina. Las comunidades judías existen en toda Europa, pero no existe la nación israelí o judía y su fortaleza radica en permanecer fieles a su cultura y religión allá donde sea. Y a eso me refería.

      Por último me gustaría hacer una puntualización. Por norma no pienso responder comentarios anónimos. Yo doy la cara, todos sabéis quien soy, me gustaría debatir en las mismas condiciones y así lo exigiré.

      Un abrazo.
      Nani.

    • Hola Miriam, gracias por participar y opinar. No he leído este libro que nos recomiendas pero lo voy a intentar. Apuntao! Intento no tener prejuicios hacia los judíos, sólo intentaba analaizar una realidad que se ha ido dando a lo largo de los tiempos. Como todos, sonun pueblo con grandes aspectos y logros y grandes miserias y aspectos criticables más que loables. Un abrazo.

      • yo empezaría por pedirte que argumentes tu algo de eso…porque aparte de los estereotipos que no estan ni siquiera bien traidos…eso de «los otros también son judíos», como si los ortodoxos fueran una mayoría superior al 1 % y el otro 99 fueran una «curiosidad»…pensar que una sociedad es cerrada por haber sido «encerrada» históricamente…o que son conservadores agarrandose a más estareotipos novecentistas…como si alguien fuera avanzado socialmente en el siglo XIX…hacer una valoración tan superficial y tan alejada de conocimientos cuando si se hace una comparativa con cualquier otro grupo ya sea étnico o religioso te puedes encontrar con la sorpresa de que eso que dices esta multiplicado por mil en todos y cada uno de ellos…es como decir que los musulmanes son los yihadistas y los demás ( que tampoco es que sean precisamente abiertos de ideas) son una minoria…hacer entender que el hecho de la existencia de personas como Einstein es una «anomalía» cuando esa existencia es precisamentre porque la propia religión judía y la sociedad que la ampara es la única en toda la historia de la humanidad para la cual el conocimiento y el estudio son una condición intrínseca imprescindible ( que es la verdadera razón de que su idioma y su cultura esté intacta…y no otra). En definitiva que desconoces por completo la realidad de lo que pretendes contar…y eso creo que no te pone a mi altura en ese debate…así que es inutil…como dice un amigo mío, a ver si de «niño mutante» hemos pasado a «niño mu tonto»…porque realmente si te paras a pensarlo el artículo es sonrojante desde cualquier punto de vista…ni que hablar de llamar «genocidio palestino» a un conflicto que ha arrojado 6000 muertos en 40 años…por cualquier circunstancia; cuando solo en el pais de al lado ya van casi 200000 en uno. Vamos…que te lo hagas mirar… dicho con todo cariño.

      • Hostias Fon, me has dao para el pelo en tu réplica que es estupenda. Me pillas lejos de casa y sin posibilidad de enfrascarme ahora mismo a rebatir tu comentario. Espero poder hacerlo cuanto antes y por supuesto estar a la altura, pero no te enfades conmigo hombre. Para nada la intención de este blog es crear esta tensión, que no creo que se merezca el artículo. Contestar con un i-Phone es misión imposible, pero seguiremos debatiendo. Sin acritud hombre. Siempre que los quieras entender así. Un saludo.

    • Tengo una buena amiga, intelectual y progresista muy al tanto de la problemática de Oriente Próximo, a la que al redactar el artículo le pedí que me mandara algunos ejemplos de periodistas o escritores israelís actuales conscientes y contrarios a la política de hechos consumados actual de Israel. Quería incluirlos en el párrafo que dice que evidentemente debe haber millones de personas en Israel «normales y corrientes» y utlizarlos para ilustrar la frase. Su respuesta fue «si los hay, no los conozco». Me quedé un poco descorazonado. Si no los conoce ella es que no los hay (Sí, doy por hecho que los habrá, pero desde luego no muchos. Barenboim es argentino, aunque dsde luego un ejemplo perfecto a seguir). Después Simón, que fue el primero en intervenir en este artículo, me regaló este documento que no conocía y que te recomiendo que veas, porque es brutal: http://www.youtube.com/watch?v=KkQ1QX0zTbc y luego nos dejó este que también te deja sin respiración. http://www.youtube.com/watch?v=4QyeSXiz82Q Está claro que para sobrevivir en la zona probablemente no tienen otra pero eso no significa que sea aceptable.
      Me da igual la cifra de víctimas Fon, tú sabes que eso que dices no se sostiene y es evidente que existe un genocidio del Estado israelí hacia palestina y una brutal ocupación colonial de los territorios y recursos palestinos. Y si no lo crees, háztelo mirar tú.

      De cualquier forma, mi artículo no es contra los judíos, sino sobre ellos. Y no es sobre Israel, sino sobre la historia del pueblo judío como cultura. Me acusas de decir cosas que no digo. Personalmente admiro muchísimo los logros del pueblo judío al que le debemos muchísimo en casi todos los aspectos del conocimiento, la economía y la industria (adoro el cine y probablemente sin ellos éste no existiría). ¿Dónde digo yo que Einstein sea una excepción y que lo normal sean los ortodoxos? No tengo absolutamente nada en contra de un judío, ni de ninguna otra persona que crea en los derechos humanos, en la democracia (en el sentido romántico del término) y en la honradez. Me da igual a quién le rece ni cómo lo haga.

      El artículo surge tras una conversación casual con otras personas y el compromiso de este Blog es intentar relacionar aspectos del presente con procesos del pasado y contarlos de forma amena, porque si me voy a un argumentario historicista y una abundancia de datos abrumadora me diréis que la historia es un coñazo y yo seré el primero en reconocerlo. Lo que intento plantear en él es que hasta hace muy poco tiempo nuestras sociedades no han sido nada tolerantes con las minorías y que el hecho de ser judío dentro de naciones o sociedades mayoritariamente católicas, protestantes, católicas ortodoxas o musulmanas les ha costado siempre un alto precio por las razones que apunto en el texto y otras que seguramente no he abordado en él. La primera de estas razones sin duda es no haber tenido durante siglos un territorio nacional. En este sentido creo que la Resolución de la ONU tras la Segunda Guerra Mundial fue una buena decisión que nos hace mejores a todos. Otra cosa es lo que ha venido aconteciendo durante los últimos sesenta años entre israelís y palestinos, que también debería avergonzarnos a todos.

      Al abrir el periódico esta mañana, la primera noticia que he visto es la confirmación del gobierno de Israel de la construcción de 1000 nuevas viviendas en Cisjordania, mientras simulan sentarse a negociar un proceso de paz con la Autoridad Palestina y desoyendo una vez más cualquier decreto de la ONU.
      En fin. Que el mundo es un asco, sí.

      Dile a tu amigo, que el «mu tonto» le envía un saludo y que haga un Blog en el que le pueda decir un par de cosas. 😉

      Un abrazo.
      Nani.

  3. Llego tarde al debate y pensaba defender a Nani pero ya lo ha hecho solo. Y muy bien por cierto. Como apunta en su último comentario y en el apartado “Sobre mí”, este es “un sitio donde te contaré la Historia sin abrasarte con los datos. No me interesa la disciplina y el rigor científico, si no que reflexionemos juntos. Mi tono siempre será sencillo, accesible y tendente al cachondeo porque creo que hace falta un poco de humor para levantarse cada día Hoy”. Con este post no se resume el conflicto entre israelíes y palestinos, es complejo y le respalda una bibliografía abrumadora. Eso sí, en un conflicto siempre hay dos partes y en este, los israelíes son los poderosos. Este hecho es así. Es, en definitiva, lo que ha querido resaltar su creador. Otro apunte antes de pasar a lo de que verdaderamente puedo hablar, que es de libros, hoy se cumplen 20 años de los Acuerdos de Oslo. La fórmula de los dos estados era razonable y posible. A día de hoy no ha pasado. Los israelíes (no todos, por suerte) no permitirían un estado palestino al lado del suyo si no… ¿por qué ha fracasado? Tanto israelíes como palestinos deben llegar a un acuerdo, renunciar a sus sueños milenarios y ver una vía posible al conflicto. Me gustaría pensar que esto es posible, que es posible un sistema de convivencia democrática, justa para ambos pueblos.
    En el terreno literario, hay escritores que abogan por la paz, David Grossman, Amos Oz o A.B Yehoshúa son los primeros que se me viene a la cabeza. El discurso de Oz cuando recibió el premio Príncipe de Asturias en 2007 sigue vigente y me suscribo a todo lo que dice. «Y por eso creo en la literatura como puente entre los pueblos. Creo que la curiosidad tiene, de hecho, una dimensión moral. Creo que la capacidad de imaginar al prójimo es un modo de inmunizarse contra el fanatismo. La capacidad de imaginar al prójimo no sólo te convierte en un hombre de negocios más exitoso y en un mejor amante, sino también en una persona más humana».
    Podéis leer el discurso completo en este enlace: http://cultura.elpais.com/cultura/2007/10/26/actualidad/1193349607_850215.html

    David Grossman, es otro ejemplo de ello. Además, él sigue apostando por la paz pese a haber sufrido la pérdida de su hijo en la guerra de Líbano. La carta que le dirigió a su hijo Uri es preciosa y muy emotiva. Para conocer a este escritor un poco más os recomiendo la lectra de esta entrevista realizada en el 2010. ‘Ser israelí y contarlo’: http://elpais.com/diario/2010/03/06/babelia/1267837935_850215.html. Esto es lo que apuntaba a raíz de la incomunicación entre israelíes y palestinos: «Para cambiar la situación necesitamos que actúen los líderes políticos. ¡Las sospechas y el odio recíproco son tan intensos! ¡Es tan difícil persuadir a la gente para que vea las cosas de manera diferente! Temo que ahora las palabras y las ideas no son eficaces. Los únicos que pueden cambiar las cosas son los líderes. ¿Son lo suficientemente valientes para hacerlo? No creo. Los dos pueblos afrontan una situación suicida. No disponemos de mucho tiempo para resolver este conflicto porque pronto emergerán más y más fundamentalistas entre los palestinos y los israelíes».

    Por otro lado, es todo un acierto la recomendación literaria de Miriam G. Tuve la suerte de estar dos días con Angel Wagenstein y la presentación en Sevilla de ‘El Pentateuco de Isaac’ (Libros del Asteroide) fue una de las más maravillosas de mi vida. Una de las cosas increíbles que tiene este pueblo es el humor, tiene una capacidad infinita.
    En esta línea y para conocer la religión judía desde otro punto de vista, por favor leed ‘Lamentaciones de un prepucio’ (Blackie Books) de Shalom Auslander.

  4. Para rematar mi comentario unas recomendaciones. Dos películas representativas, hay muchas más. Un cine mediterráneo comprometido con la realidad a la que se enfrenta. Lo dicho, en este conflicto hay dos partes, lo mires bajo el prisma que lo mires, ambos pueden tener parte de razón. Pero sigo pensando que bajo el diálogo se puede llegar a una solución. El arte, la cultura, la literatura juegan un papel primordial.

    – Películas…
    El tren de la vida (103 min., 1998). País: Francia. Director: Radu Mihaileanu.
    Durante la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de huir de los nazis y evitar el exterminio, un grupo de judíos de un pueblo de Europa del Este organiza un convoy simulando que se trata de un tren de prisioneros. Algunos de ellos no tendrán más remedio que hacerse pasar por soldados nazis. (Resumen extraído de Filmaffinity)
    Los limoneros (106 min., 2008). País: Israel. Director: Eran Riklis.
    Drama basado en hechos reales que tiene como telón de fondo el conflicto palestino-israelí. Salma, una viuda palestina, decide luchar contra la tala de sus limoneros que constituyen una amenaza para en Ministro de Defensa israelí.
    – Una canción…
    ‘Milonga del moro judío´de Jorge Drexler (Videoclip – http://www.youtube.com/watch?v=myVi6pVYYb8)

  5. Nani, no te metas en «jonduras», y de verdad no eres ni mu tonto, ni beaucoup de tonto. Mi abuela le decía a mi madre (su madre) cuando me daba pal pelo:»Judia, que eres una judia, no le pegues a la niña»‘ y yo le preguntaba, abuela, por qué le dices judia a mi madre?, pues niña, porque los judios mataron al Señor

  6. Nani, dejo constancia que he hecho los deberes: me he leído la entrada del blog y te hago un pequeño comentario de texto. Un abrazo.

    La historia del primer video me ha parecido muy reveladora y me ha atraído la figura del ponente: he visto otros vídeos suyos. El segundo me ha gustado menos, hay más de propaganda que de pensamiento. Yo no aplaudo ninguna injusticia o muestra de fuerza, pero si nos ponemos a valorar gobiernos o políticas me va a costar defender a un país o sociedad en la que seguramente no me dejarían vivir de acuerdo a mis principios…

    En tu escrito mezclas a judíos (religiosos!?) con israelíes laicos, no es como mezclar churras con merinas pero las etiquetas que les pones a los primeros acertadamente son injustas con los segundos. Dos ejemplos:

    – “La judía lleva prácticamente tres mil años sin moverse” y luego te rebates tu sólo mencionando a “Einstein, Sagan, Kubrick, Modigliani, Chagall, Bernstein, Woody Allen…. Y Julio Iglesias!” y podrías haber mencionado también a Marx, Freud, Spinoza, Maimonides… La innovación que viene de Israel en los últimos años no es la de una sociedad inmovilista, todo lo contrario.
    – “¿Habéis visto “El violinista sobre el tejado”, “Yentl” o “Días de radio”? Reflejan bastante bien la realidad de las comunidades judías. Ser judío no es fácil” Bueno, ser un buen musulmán tampoco parece fácil aunque es un poco peligroso al menos no parecerlo, y ser católico ni te cuento: por eso la mayoría de la sociedad española e israelí ni lo intentan.

    • Manuel, (y resto de lectores) discúlpadme. Ando bastante liado últimamente como bien sabes y he tenido que descuidar un poco el Blog durante un tiempo.
      Es verdad que mezclo a la cultura judía clásica y conservadora con la que no lo es, pero es que en este artículo no me interesaba hablar de la parte más sofisticada y moderna de los judíos. Doy por hecho que los hay y los menciono varias veces para dejar claro que no es a ellos a quien dispara mi teclado. El artículo intenta entender o abrir a debate a qué se debe la permanente diáspora del pueblo hebreo. Hombre si nos creemos que es castigo de Yahvé, pues ya está, pero para mí que hay algo más y en este sentido, los argumentos que da Oz en el artículo que menciona Olga son muy bonitos, pero de una fantasía que raya lo sonrrojante. Esto de que los judíos son los auténticos europeos y unos cosmopolitas, yo creo que se ha pasao una miaja. No creo que haya auténticos europeos ni auténticos nada en ninguna parte. Hay un montón de población y de culturas y un montón de conflictos entre ellas porque entre medias hay río, montañas, mares y resulta que nuestra pequeña visión del mundo nos hace creernos diferentes a los de la otra orilla. ¿Cómo lo arreglamos? Esa es la cuestión e igual conocer bien la historia es un buen comienzo.

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